Es importante saber que a la hora de tratar tu ansiedad, cualquier tratamiento o terapia se acabará desarrollando mientras se trabaja en el terreno de tu mente y en tu campo emocional.
Gracias a la hipnosis te enseñaremos y llevaremos a cabo en nuestra consulta, nos permitirán acceder a los patrones emocionales los cuales originan tu estado de ansiedad. De esta forma aplicaremos una serie de técnicas beneficiosas para ti, como paciente, que harán que consigas mejoras ante tus síntomas desde el primer día de tratamiento.
A la hora de la verdad, se trata de un trabajo en equipo entre paciente y terapeuta, en el que si se sigue al pie de la letra las pautas establecidas en consulta.
Denominamos ansiedad al mal de nuestro tiempo que hoy en día afecta aproximadamente un 5% de la población. Solemos escuchar ésta palabra frecuentemente. Lo importante es lo que experimentamos en nuestro cuerpo y mente. Este trastorno de ansiedad es el más frecuente de los problemas psíquicos que afortunadamente se puede tratar y superar.
La ansiedad se define como un afecto parecido al sentimiento de miedo, con la diferencia que la ansiedad carece de un estímulo amenzante externo, procediendo principalmente de la interioridad psíquica de quien la padece. Ésta es una reacción emocianl ante un peligro o amenaza que se manifiesta mediante un conjunto de respuesta cognitivas, conductuales y fisiológicas.
La ansiedad puede adoptar varias formas, ya sea en nuestra mente, nuestro cuerpo o bien en nuestro comportamiento. Se trata de una sensación muy desagradable de temor el cual se manifiesta externamente a través de diversos síntomas o bien signos, y que puede ser una respuesta normal o exagerada a ciertas situaciones estresantes, aunque también puede ser una respuesta patológica y anormal producida por diversas enfermedades médicas y/o psiquiátricas.
El síntoma más notorio y de gravedad que mejor puede definirla ante un lenguaje coloquial es la de sentirse nervioso o bien irritado. En ambos sexos es frecuentes la sensación de sentir pánico. La ansiedad no es solo psíquica, ya que ésta se puede reflejar de cierta manera de forma física con dolores de cabeza, de cuello y de espalda, síntomas de cansancio, debilidad e insomnio, limitando a la persona en su desarrollo personal ante sus actividades cotidianas.
Algunos de los síntomas que muestra la ansiedad son:
– Estado permanente de nervios.
– Temblores.
– Tensión muscular.
– Exceso de sudoración.
– Respiración acelerada
– Sofocos.
– Mareos y vértigos.
– Taquicardia.
– Molestias epigástricas.
Aunque también podemos encontrar a algunos pacientes que presenten los siguientes:
– Miedo e inseguridad ante ciertas situaciones o vivencias inmediatas o futuras.
– Pensamientos de ser juzgado negativamente.
– Miedo de hacer el ridículo.
– Temor de que tanto ellos mismos como sus seres queridos sufran una enfermedad o accidente.
El diagnóstico del grado de ansiedad es diferente dependiendo de la intensidad con la que se presente. En sus niveles normales, ésta sirve para afrontar situaciones de riesgo o de peligro. Cuando el grado es elevado es preciso tratarla ya que puede llegar a ocasionar un deterioro permanente con importantes complicaciones. Hay que tener en cuenta el grado de la ansiedad, ya que en su grado intenso es una fuente de sufrimiento que es preciso controlar.
Cuando la ansiedad llega a cierto grado elevado sin control puede llegar a convertirse en un ataque de pánico. Se trata de un miedo intenso de pérdida total del control. La persona que lo sufre comienza a sentir sensaciones angustiosas, llegando a un estado tan límite que acude inmediatamente a urgencias. Las personas que padecen dicho trastorno, tiene los siguientes síntomas durante dicho ataque:
– Molestia, presión y/o dolor torácico.
– Sensación de dificultad para respirar o sofocación.
– Sensación de asfixia.
– Mareo o sensación de desmayo.
– Visión borrosa.
Hay que tener en cuenta que si la persona que sufre ansiedad y toma ansiolíticos sepa las consecuencias de ingerir dichos fármacos. Los que se prescriben para tratar la ansiedad, igual que para tratar el insomnio, pueden causar una alta dependencia tanto física como psicológica. Puesto que estos fármacos incluyen benzodiacepinas, barbitúricos, glutetimida, cloralhidrato y meprobamato.
La dependencia a este fármaco suele desarrollarse tras dos semanas de uso continuado. La dependencia a los hipnóticos y los ansiolíticos disminuye el estado de alerta y produce una expresión balbuceante, mala coordinación, confusión, respiración lenta y somnolencia. Haciendo que una persona esté alternativamente ansiosa y/o deprimida.
Para poder vencer la ansiedad se requiere un cambio de hábitos y psicoterapia. Es necesario acudir a un psicólogo y exponerle tu problema. Se realiza un diagnóstico adecuada con psicoterapia, para posteriormente estudiar cuál es la terapia óptima para poner solución.
La ansiedad se le suele asociar frecuentemente el estrés elevado. Rápidamente se relaciona con el trabajo, la escasez de tiempo para nosotros, las obligaciones, las preocupaciones, los problemas y otros factores. A veces estos términos se confunden, en general podríamos decir que en realidad la ansiedad es el estrés que se mantiene después de que los factores estresantes hayan desaparecido.
Cuando hablamos de ansiedad y sus síntomas, deberíamos hablar de fobias, éstos últimos son trastornos que cursan con un exceso de ansiedad ante determinados estímulos. Dónde la persona intenta evitar situaciones o estímulos que para otros resultan prácticamente inocuos.
Con una combinación de hipnosis clínica y terapia cognitivo-conductual lograremos resultados muy positivos. Se deben seguir las indicaciones que se dan en terapia. De ésta manera podrás recuperar tu vida normal y conseguir que esa ansiedad y todos sus síntomas se conviertan tan sólo en una época pasada de tu vida y sean historia.
Se percibe la ansiedad muchas veces como algo involuntario, es decir, se produce sin que se ejerza control sobre ella y resulta desagradable y en varios casos incapacitante.
En diferentes casos, ésta se muestra de manera tan elevada que puede llegar a generar crisis de pánico, dónde la persona entra en una especia de angustia espiral, en la que cree que va a perder el control total de sí misma e incluso la sensación de morir. Éstos ataques suelen ser visibles de manera súbita y requieren tratamientos psicológicos de manera inmediata que facilite al paciente las claves para poder manejarlo.
Se debe tener en cuenta, que está todo en la cabeza, y si quieres estar bien debes ponerle solución, porque la ansiedad no se supera, ni se vence sin ayuda. Tratarla de forma eficaz y a tiempo implica recuperar el control de tu vida, y de esta forma hacer que no derive en otros posibles problemas tanto psíquicos como físicos.
La hipnosis terapéutica es un tratamiento magnífico reductor del estrés y de la ansiedad. Éste tratamiento pretende que el paciente conozca realmente su varadera capacidad para poder llegar al equilibrio interior.