La terapia de pareja consiste en una técnica utilizada por muchas personas para poder solucionar los conflictos que surgen dentro de una relación. El proceso de convivencia es complejo y se llega a producir un desgaste como consecuencia ya no solo en la convivencia sino también por los cambios que se sufren tanto personales como externos que se dan en la vida de cualquier pareja y que afectan a la convivencia.
Por eso las parejas deben adaptarse a los cambios que se dan y usar los recursos para llevar las diferentes situaciones. Pero cuando dichos recursos no se aprovechan pueden llegar a generar malestar y afectar emocionalmente a cada uno.
El proceso de tomar la decisión para realizar la terapia de pareja no es sencilla, ya que se tarda mucho tiempo en tomar la decisión. Generalmente, cuando la pareja acude a este tratamiento es porque suele haber un acontecimiento reciente, que es lo que provoca acudir a la consulta. Pero existe cierto desconocimiento ante qué es y como puede llegar a afectar la terapia de pareja. Es algo normal no tener información y que pueda causar escepticismo, y llegue a causar desgaste en la relación.
Por lo general en la primera cita acuden ambas personas, pero existen varios casos donde por diferentes factores acude sólo uno de los dos. Es un gran error si uno de ambos no quiere hacer la terapia y se le tratar de obligar y/o convencer, pero si se le puede plantear la idea de acudir el primer día para así tener más información, y que pueda tomar una decisión clave.
En caso de acudir una sola persona, se trata de conocer el motivo por que cual el otro miembro de la pareja no ha acudido y así poder valorar el medio de que pueda venir. Que la otra persona no quiera hacer terapia no significa que no quiera solventar los problemas.
En caso de que acuda uno de los dos, el proceso que se sigue es completamente diferente al de una terapia en pareja, son muchas las que acuden solas a terapia planteando diferentes problemas relacionados directa o indirectamente con su relación.
En todos los casos se hace una evaluación individual de cada miembro de la pareja, para así valorar como le está influyendo tanto a nivel personal como en diferentes aspectos de su vida, comprobando así los inconvenientes que tiene para manejar las situaciones, así como de los recursos que personales de los que se dispones. Se deben establecer objetivos individuales, y se realiza un proceso de terapia adecuado para cada caso.